Para que fuese sabio o doctor
o no vistiera más de dril
o no calzara sino zapatos.
o no vistiera más de dril
o no calzara sino zapatos.
Para que cambiara tristeza en riqueza.
Pero recuerdo un muchacho loco
un hombre tan loco
que sólo es posible llamarlo muchacho.
un hombre tan loco
que sólo es posible llamarlo muchacho.
Hombre pensando en frutas,
consintiendo pájaros.
consintiendo pájaros.
Un loco.
Silbaba solo en los caminos
y hacía clarinetes de carrizos.
A veces se perdía con el alba
mientras los hombres labraban la tierra
y aparecía al anochecer con huevos de perdices.
y hacía clarinetes de carrizos.
A veces se perdía con el alba
mientras los hombres labraban la tierra
y aparecía al anochecer con huevos de perdices.
Un loco.
Y yo no he querido sino ser como él.
...
FÁBULA
La vida vuelve siempre.
No ha sollozado el tiempo
en tus pómulos que eran morder la luna
en tu boca rosa salvaje.
Tu juventud se acuesta
encima del destino y lo olvida.
Comiste amor como los niños se hartan de frutas
y en tus labios no quedan los labios de nadie.
Cualquiera podrá amarte siempre nuevamente.
No hay marca de besos en tu corazón
también te perfecciona el fuego
flor sin hoy y mañana.
Ningún día fue una cicatriz.
Cada noche sólo el gran tesoro.
Detrás de tus senos nacía el sol.
Si amo contar el tiempo es en tu cara
si beber lágrimas será
en la manzana que juega a sufrir.
La vida vuelve siempre.
No ha sollozado el tiempo
en tus pómulos que eran morder la luna
en tu boca rosa salvaje.
Tu juventud se acuesta
encima del destino y lo olvida.
Comiste amor como los niños se hartan de frutas
y en tus labios no quedan los labios de nadie.
Cualquiera podrá amarte siempre nuevamente.
No hay marca de besos en tu corazón
también te perfecciona el fuego
flor sin hoy y mañana.
Ningún día fue una cicatriz.
Cada noche sólo el gran tesoro.
Detrás de tus senos nacía el sol.
Si amo contar el tiempo es en tu cara
si beber lágrimas será
en la manzana que juega a sufrir.
De Soles (antología poética, Monte Ávila
Editores, 1964)